viernes, noviembre 06, 2009

Lo Que Ha De Suceder, Sucede... [y no queda mas remedio que aceptar lo inevitable] - 2ª Parte.

Me despertó, no sé cuanto tiempo después, otra azafata, hablándome en perfecto inglés, logré enterarme a medias, puesto que mi dominio del idioma es pésimo, pero a pesar de ello entendí lo que quiso decirme, que ya habíamos aterrizado. Bajé del avión emocionada, nunca había ido a Londres, era uno de mis sueños, que, por fin, se hacía realidad.

Bien, ya estaba allí, ahora tenia que localizar a Chris... No podía creerme lo que había hecho, me había ido a un país del cual ni siquiera dominaba el idioma, sin ni siquiera saber donde estaría la única persona a la que conocía... – Estoy loca... – Murmuré para mi. Lo mas fácil, creo que será buscar un listado de las universidades que admiten estudiantes de beca Erasmus e ir mirando las listas de alumnos matriculados... Chris no me dijo donde iba exactamente, solo dijo que había solicitado la beca para Londres.

En fin, salí del aeropuerto y bajé al Metro, había una parada justo delante, en la taquilla pregunté, medio en español y medio chapurreando inglés, como podía llegar al centro de la ciudad, mediante señas y con la ayuda de un mapita del Metro la chica me lo explicó, como pudo... No se como, logré llegar, finalmente al centro de Londres, después de coger dos metros y equivocarme una vez de parada. Antes de subir a la superficie, pregunté en la taquilla por una biblioteca, me dijeron que había una no muy lejos de allí, todo en inglés claro.

Llegué allí sin problemas, pues, realmente estaba muy cerca y era un edificio inconfundible, debía ser una biblioteca importante, porque parecía muy antigua y era grande, me gustó... Una vez dentro, me dirigí a información para preguntar, donde y si podía conectarme a Internet, todo mediante señas y como mucho alguna expresión en inglés, entre mi vocabulario en castellano... mientras intentaba entender lo que me decía el señor de información, noté una mano en mi espalda, al tiempo que oí - No eres de aquí, ¿Verdad? – Una voz femenina tras de mi, la dueña de la mano que había apoyada en mi hombro... Volteé por completo mientras una enorme sonrisa se dibujaba en mi cara, al escuchar palabras conocidas, palabras que entendí y frente a mi apareció una chica un poco mas alta que yo, con el pelo desgreñado, corto, de un color negro intenso, ojos verdes, muy claros, de constitución atlética, vestida con una camiseta de manga corta negra, sobre una azul de mangas largas, pantalones vaqueros, muy anchos y deportivas... - Estooo... ¿Se nota mucho? - le dije tímidamente, mientras me rascaba la cabeza, ella sonrió - ¿Puedo ayudarte en algo? - Dijo mirándome fijamente - Bueno... La verdad... - Le expliqué toda la situación, que estaba buscando a una amiga, y que lo único que sabía era que estaba allí gracias a una beca, etc. - siguemé, te ayudaré - me condujo hasta una sala llena de ordenadores, me ofreció una silla y a mi lado se sentó ella...

La verdad es que esa chica me había impactado... tenía algo especial. Era tan distinta a Chris... Empezó a buscar por Internet con una velocidad alucinante, se metió en varias paginas, de varias universidades, - ¿cómo se llama tu amiga? – me preguntó – Christina Martí Pérez – contesté casi automáticamente y lo tecleó en todas las paginas que tenía abiertas... Mientras se cargaban los datos, empezamos a hablar, se llamaba Sara, tenía 23 años y era inglesa, pero de madre española, vivía sola desde hacía dos años y estudiaba Psicología en una universidad no muy lejos de allí, mientras trabajaba en la biblioteca para poder sobrevivir... Conectamos enseguida, yo le conté mi vida a grandes rasgos y le expliqué porqué estaba allí, aunque todo el rato traté a Chris de amiga, pero creo que ella se percató, casi de inmediato, de que entre Chris y yo había algo mas, no obstante, no dijo nada. No hubo suerte y en ninguna de las paginas que había buscado salió nada sobre Chris... estaban a punto de cerrar la biblioteca y yo no sabía donde iba a pasar la noche... Y como si hubiera leído mis pensamientos, - ¿Tienes sitio para dormir? – me preguntó risueña, dudé un poco, pero finalmente le dije que no y antes de que pudiera darme cuenta, estabamos en su coche, camino de su apartamento...

Durante el viaje me dijo que al día siguiente, si quería podía acompañarla a la biblioteca y así buscaríamos en mas sitios los datos de Chris, en algún sitio tenía que estar...

Llegamos a casa de Sara sobre las 18’30 hora local, me preguntó que me apetecía cenar... Aun no me había habituado al horario, pero tenía tanta hambre que no me importaba cenar ya... le dije que me daba igual, realmente cualquier cosa me vendría bien... acabamos cenando unos filetes empanados y ensalada, todo preparado por Sara, que aunque le dije de ayudarla se empeñó en hacerlo sola. Por cierto, todo estaba riquísimo.

Durante la cena vimos la tele y hablamos un poco, de la tele no me enteré de casi nada, puesto que todo era en inglés, así que lo que más hicimos fue hablar, no se como, acabamos hablando de nuestra condición sexual, y terminé confesándole todo lo que pasó entre Chris y yo y la verdadera razón de porque estaba allí... resulta que Sara también era lesbiana, en aquel entonces estaba soltera, hacía poco tiempo que su ex-novia la había dejado por otra tía y estaba bastante mal, le agradecí que me dejara pasar la noche allí, no era muy normal que sin conocer de nada a una persona la dejes quedarse en tu casa... – no tiene importancia, así mejor, porque me haces compañía, jeje y puedes quedarte el tiempo que quieras – me miró con una sonrisa pícara – Tienes pinta de ser buena tía... – Dijo mirándome fijamente a los ojos, aunque yo no quería causarle molestias, Sara insistió en que no importaba, que se sentía bien estando conmigo y así no estaría sola, - Vale... - Le dije - solo me quedaré hasta que encontremos a Chris, y que conste que es porque sino no tengo a donde ir... no sabes lo mal que me siento, quedándome aquí sin darte nada a cambio... - ella sonrió, tenía una sonrisa muy dulce, era totalmente contraria a Chris, que sonreía de una forma arrogante, altiva, como ella misma era... - No tienes que darme nada, tu compañía ya es bastante, además, no creo que tardemos en localizar a Chris, hoy es que ha sido muy precipitado... mañana verás como damos con ella... - asentí con la cabeza y me levanté, empecé a retirar la mesa, ella se levantó detrás de mi y me ayudó a hacerlo, luego me ofreció su cama, me dijo que ella dormiría en el sofá. - ¡De eso nada! - Dije sobresaltada - no voy a permitir que duermas en el sofá estando en tu propia casa, yo dormiré en él, demasiadas molestias te he causado ya... - Intentó convencerme, pero al final desistió al ver que no habría manera de que cambiara de parecer.

Nos quedamos viendo un vídeo, Los amantes del circulo polar, estaba en español, se la trajo a Londres cuando se vino a vivir aquí, me explicó que antes vivía en Barcelona, junto con su madre, (sus padres se divorciaron cuando ella aun era pequeña) y luego vino a vivir aquí con su padre, porque se puso enfermo y quería pasar sus últimos días con ella, al parecer murió de cáncer, me lo explicó con toda naturalidad, en sus ojos se notaba la nostalgia, pero también la aceptación de que su padre no volvería - eso pasó hace 2 años y medio, estuve viviendo con mis abuelos, hasta que me sentí preparada para vivir sola, esta era la casa de mi padre, aunque ahora tiene mi toque personal, claro, jeje... – yo sonreí, con cara de comprensión, sabía perfectamente como se sentía, mi padre murió, también, cuando yo era muy pequeña, así que entendía lo que era – ¿y porqué no volviste con tu madre? – Formulé la pregunta sin darme cuenta, es decir, dije un pensamiento en voz alta, aunque, la verdad, tenía curiosidad. – Bueno... Tras la muerte de mi padre y después de haber estado aquí, con él, los 5 meses antes de que muriera, digamos que me había habituado al lugar, a la ciudad y además, quería darle un respiro a mi madre y estar con mis abuelos, que necesitaban apoyo... – Asentí con expresión solemne al tiempo que dije – claro, lo entiendo... yo también me habría quedado... –. Terminamos de ver la película y luego nos acostamos, Sara me prestó un pijama. Vaya, que chica tan maja, cuando encuentre a Chris se la presentaré, seguro que le cae bien, diox, que ganas tengo de verla... y con este pensamiento me quedé dormida...

“... And i’m here to remind you, of the mess you left when you went away, it’s not fair to deny me, of the cross i bear that you gave to me, you, you, you oughta know...” La voz de Alanis Morissette me despertó de un sobresalto, la cadena de música estaba a un nivel de volumen exagerado, supongo que, adrede, para despertarme. Aun aturdida, por el susto y por el recién abandono del sueño, me incorporé y un enorme bostezo escapó de mi boca al tiempo que me desperezaba, en la cocina pude escuchar una voz que no era la de Alanis, pero cantaba lo mismo, a grito pelado. No pude evitar sonreír, y pensar en Chris, ella jamás haría algo parecido, detestaba cantar, por un instante la imaginé soltando estrofas de alguna canción y una pequeña risita invadió mi cara.

Me levanté de un salto y empecé a recoger el sofá, plegué las sabanas, las mantas y puse los cojines en su sitio – ¡Vaya! Buenos días – Sara apareció por el marco de la puerta con un bote de cacao instantáneo en la mano. – No sabía si preferirías café, té o cacao, venía a despertarte para preguntártelo, pero, veo que la música ha surtido efecto... jejeje. – Una pícara sonrisa se formó en su cara. – Alanis nunca falla, jeje... – Dije con cara de complicidad. – Pues, tomaré cacao, gracias... pero, deja, ya lo hago yo, que me sabe mal que lo hagas todo tu... – Tras decir esto, le arrebaté el bote de las manos y me dirigí con paso firme a la cocina, esto es muy raro en mi, nunca he sido decidida, mas bien cortada. Sara se sorprendió un poco de mi reacción, pero luego dijo – Bueno, si insistes... jeje... yo tomaré té, está todo encima del banco y la leche en la nevera... voy a ducharme mientras, luego puedes ducharte tu, si quieres... – Esto último lo dijo desde el cuarto de baño – Vale, muchas gracias. – Dije yo, al tiempo que entraba en la cocina, la verdad es que hacia 2 días que no me duchaba, y después de todo, un buen baño no me vendría nada mal. 45 minutos después, estabamos ya de camino a la biblioteca, durante el camino, hablamos de distintas maneras de localizar a Chris, probaríamos todas, aunque Sara estaba convencida de que la encontraríamos enseguida, – no hay tanta gente que viene de beca Erasmus... – Dijo Sara – Seguro que damos con ella en un abrir y cerrar de ojos, ya lo verás... – Finalizó al tiempo que ponía la marcha atrás para aparcar, ya habíamos llegado.

Antes de entrar en la biblioteca le dije a Sara que iba un momento a llamar a mi madre, tenía que hablar con ella antes de que pasara mas tiempo... Justo delante de nosotras había una cabina, así que entré en ella al tiempo que Sara desapareció por la puerta de la gran “Biblio-mansión”. Marqué el número de mi casa, con sus prefijos varios y tras oír la voz de mi madre le conté todo lo que había pasado desde la última vez que hablamos, le dije que me quedaría el tiempo que hiciera falta, pero que la llamaría a menudo y que no se preocupara que todo iba bien, ella me dijo que fuera con cuidado y me dio los típicos consejos maternos “cuidado con lo que comes, ojo con la gente, no te metas en líos...” vamos, lo normal. Tras esto, nos despedimos con un “te quiero” y colgamos...

Por mucho empeño que poníamos, no conseguíamos dar con Chris, habíamos buscado por Internet, en todas las paginas de todas las universidades posibles, yo había estado llamando por teléfono, por si las paginas no estuvieran actualizadas, pero no había suerte, así transcurrió una semana, una semana que me la pasé, entera, en casa de Sara, me sentía fatal, por estar invadiendo su espacio de aquella forma sin poder darle nada por ello, así que esa mañana, sábado, me levanté temprano, desayuné, le escribí una nota a Sara y salí a la calle dispuesta a encontrar trabajo fuera donde fuera, busqué por todas partes, entré en todos los locales en los que veía un cartelito de “wanted...” pero no había manera, bien por ser joven, bien por mi poco dominio del idioma, ningún jefe me quería aceptar, hasta que, ya sin esperanzas, después de haber estado mas de 4 horas sin parar de dar vueltas por ahí, entré en una pequeña “Bookshop” a comprarme un diccionario de español - inglés, inglés - español, y algunos libros que me pudieran ayudar, para ir aprendiendo un poco.

Le pregunté al dependiente con mi “perfecto” inglés y él, para mi sorpresa me respondió en castellano, - se nota demasiado que eres española, jejeje... – me dijo y me comentó tambien que hacía poco que estaba allí, que había comprado la tienda que estaba de traspaso y que aun no tenía ni ayudante... no me lo podía creer, esto no pasa ni en las películas. Emocionada, le dije que estaba buscando trabajo y que los libros me encantaban, el hombre, un señor de mediana edad, con el pelo y el bigote canosos, regordete y con cara de buena gente, me miró de arriba abajo, dubitativo, se quedó pensando unos instantes y acto seguido me dijo que podía quedarme, pero que estaría la primera semana de prueba, a ver que tal y luego ya me haría el contrato, me explicó en que consistía el trabajo, básicamente, cargar y descargar los libros que llegaban, ordenarlos en las estanterías, ayudar a los clientes y vender, – lógicamente nos repartiremos el trabajo – me dijo – Por cierto, mi nombre es Jesús Domínguez, puedes tratarme de tu. – Finalizó y adjuntó una amplia sonrisa. – En... encantada, Jesús, yo me llamo Luna – Dije al tiempo que extendía mi mano, él correspondió el saludo, luego me preguntó los datos personales, y me explicó los horarios, las normas, etc. Empezaría a trabajar el lunes, mi horario era solo de mañanas, así que aprovecharía las tardes para buscar a Chris.

Llegué a casa de Sara con la más grande de las sonrisas, por fin podría pagarle por estar allí y dejar de gorronearle, comida, agua, champú...

Entré por la puerta soltando un gran “¡¡Hola!!” al tiempo que dejaba la chaqueta en el sofá, escuché un sonoro “¡¡Ya era hora!!” que venía de la habitación de Sara – Me estoy muriendo de hambre – continuó diciendo la voz, al tiempo que yo me acercaba al cuarto - ¿No has comido todavía? – dije, ya dentro de la estancia. Sara estaba sentada en la mesa de estudio, con un montón de hojas llenas de apuntes y libros de Psicología, repartidos por encima del mueble y de ella misma. Se dio media vuelta de un empujón en la silla de modo que quedamos frente a frente – Te estaba esperando... – Dijo con una sonrisa en la cara – ¿Que tal si salimos a comer por ahí? – Mi cara se iluminó, hacía mucho tiempo que no comía fuera de casa con alguien, en plan “salir a comer” – ¡¡Me encantaría!! La verdad es que yo también estoy muerta de hambre, además tengo algo importante que decirte, jejeje... – Al decir las últimas palabras noté un pequeño cambio en la expresión de Sara – ¿De que se trata? – Me dijo rápidamente – Los sabrás mientras comemos, solo te diré que es una buena noticia – finalicé mis palabras con un guiño y una sonrisa pícara.

No teníamos ni idea de donde ir a comer, así que, bien por la indecisión, y bien por la hora que se había hecho, acabamos yendo a un McDonald’s, lugar que siempre está abierto sea la hora que sea y que, además, teníamos a dos manzanas de casa... durante el trayecto, Sara no dejó de insistirme en que le dijera que era la cosa tan importante de la que le tenía que informar, pero no logró sacarme ni una palabra. Finalmente, tonteando y entre risas llegamos al “maravilloso” restaurante, tras pedir dos menús gigantes y encontrar sitio para sentarnos, empezamos a comer... – bueno, ya estamos comiendo, así que dime, ¿qué es tan importante? – Dijo Sara con cara de curiosidad al tiempo que intentaba abrir una bolsita de ketchup – Vale, aquí va... – dije poniendo voz de interesante – ¡¡Tengo trabajo, por fin podré colaborar en mi manutención!! – La cara de Sara cambió por completo, una enorme sonrisa la invadió al tiempo que decía – ¡¡Vaya!! Pensaba que ibas a decirme que habías encontrado a Chris... – tras decir esto, noté como sus mejillas enrojecían ligeramente y apartó rápidamente la vista a un lado – Qui... quiero decir, que... ¡¡Genial, Con lo difícil que es encontrar curro por aquí!! – ¿Porqué había tenido esa reacción? Me quedé algo extrañada pero solo contesté – Jajaja, ojalá la encontremos pronto, pero mientras tanto, viendo que va para largo, ya no tendrás que aguantarme en tu casa sin obtener nada a cambio – un guiño acompañó a mis ultimas palabras – ¿Aguantarte? Jajaja, que exagerada eres... además, me encanta tener compañía – sonrió mientras bebía un trago de Cola – La verdad es que no sabía como agradecerte todo lo que estás haciendo por mi, así que, ya ves, quería colaborar, jeje... – Una patata frita murió entre mis dientes – No hacía falta, mujer, pero gracias, siempre son mejores dos sueldos que uno, jeje... – Hacía una semana que conocía a Sara, y ya me parecía que la conocía de toda la vida, habíamos conectado muy rápido y eso me gustaba, me sentía muy cómoda con ella y se estaba portando tremendamente bien conmigo, tenía tantas ganas de presentársela a Chris, seguro que se llevaban de lujo, buff, Chris... Me moría por verla, por abrazarla... en fin, que si no dábamos pronto con ella me iba a volver loca.

CONTINUARÁ...



Bueno, he aquí la segunda entrega de ésta "apasionante" historia.. XDD en fin, no es una gran historia, pero como ya dije en la anterior entrega, para mi tiene un algo especial.. a parte de muchos fallos de argumentacion, etc... pero weno, la escribí hace muchos años y en aquel entonces era bastante tonta XDDD jejeje... Igualmente espero que os guste, o por lo menos os entretenga, que es de lo que se trata, no? ^^ pues eso... pronto seguirá la aventura... XDD

Besitos felionos!!!

1 Comments:

At 7/11/09 20:08, Blogger Dora said...

Bueno Cat:
Qué puedo decirte,me encantó tu historia. Yo soy muy crítica a la hora de dar mi opinión en cuanto a lo que leo o veo, pero tu relato lo encuentro bien estructurado, la narrativa es clara, me gusta cuando un relato está escrito sin el uso de palabras rebuscadas, es gratifícante leer una historia en donde entiendes lo que estas leyendo y al mismo tiempo esta te transporta al momemto exacto de los acontecimientos. No sólo vas leyendo un relato también lo haces parte de tí. Es como si percibieras cada detalle a través de los ojos de Luna.
Estoy ansiosa por saber,cuál sera el final de tu historia, aunque puedo hacerme una idea de como será. Pero, esperaré y luego te digo si acerté en mi deducción del final de tu relato.
Un abrazo y te felicito, espero que pronto publiques más cosas.
Llunere y Dora.

 

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